CONTACTO
BOLETIN MENSUAL DE FENOMENOS
EXTRAÑOS
Nº 37 – Septiembre de 2001
Editado por Jessica Vanesa Parmigiano y
Carlos Alberto Iurchuk
jesso@datamarkets.com.ar
iurchuk@netverk.com.ar
"Más Allá del
Contacto"
http://contacto.cjb.net/
Se permite la reproducción parcial o total,
por cualquier medio, de los artículos presentados en este
boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al
autor del artículo y a los editores del boletín.
Los fantasmas de la Base Aérea de
Morón
José Manuel García Bautista
Rafael Cabello Herrero
Sevilla – España
fronterades@viautil.com
racohe@supercable.es
Desde hace unos años, la Base Aérea de Morón
de Frontera está dando que hablar no por su quehaceres diarios
en tareas militares sino por los muchos testimonios que se
están acumulando y en los que se relatan extrañas experiencias
sucedidas en la base y en sus instalaciones. Impresionantes
vivencias acaecidas dentro o en las cercanías de la Base Aérea
de Morón de la Frontera, en la provincia de Sevilla y que no
se sabe bien por qué razones se ven silenciadas y oscurecidas
por los mandos de esta base...
Mucho se ha comentado en torno a los fenómeno
ufológicos registrados en la base y muchas han sido las
sorpresas, artículos y comentarios que se han vertido sobre
este particular (1), pero parece que otro tipo de
fenomenología se está dando al unísono (¿o tal vez
relacionado?) en esas mismas instalaciones y que nada tiene
que ver con OVNIs y fenómenos análogos. Nos estamos refiriendo
a unas excepcionales experiencia que van más allá de la
muerte...
Nos encontramos con diferentes sucesos que
han ocurrido en la base y que han hecho que ésta goce de gran
popularidad. Nos han llegado y hemos entrevistado a diferentes
testigos, soldados de la base en su día, que nos hicieron
llegar sus experiencias en la misma. Nuestro primer testigo
nos cuenta como estando de guardia en los polvorines
americanos y con clave FAISAN 2 sintió de repente un gran
temor, el perro estaba nervioso e inquieto y de repente
comenzó a sentir voces en las inmediaciones, unas voces que
parecían no proceder de ningún sitio. Con gran temor el
soldado llamó a base e informó del suceso. De inmediato se
incorporaron dos solados que observaron el gran estado de
nerviosismo que mostraba aquel soldado. Estando allí estos dos
nuevos soldados el perro se mostró en actitud agresiva y de
ataque, decidieron soltar al perro guardián pero no había
avanzado más de dos metros cuando volvió con el rabo entre las
piernas y totalmente atemorizado... La zona estaba fuertemente
iluminada y los tres soldados notaban como una presencia en el
lugar pero allí no había nadie, y por supuesto no seáis tan
ilusos de creer en un grupo de chicos bromeando a los soldado,
es una estupidez. El suceso fue tremendamente impactante para
los soldados que incluso uno de ello llegó a montar el Z70 en
previsión de posibles problemas con un "enemigo"
desconocido...
En otro relato se nos informa como en cierta
ocasión cerca de polvorines americanos el soldado de guardia
informó alterado como había visto correr por la zona a un ser
de 1´50 que se escondía entre los matorrales. Un ser amorfo,
pequeño y cabezón, de apariencia extraña... Acudieron al lugar
un cuerpo de rastreo de diez solados al mando de un alférez de
la base. Los matorrales tenían una altura de 1´70 metros y el
alférez dio orden de peinar aquella zona a los soldados. Tras
unos instantes se pusieron manos a la obra y la zona quedo
peinada al cabo de las dos horas. No se encontró nada. A la
mañana siguiente se encontró aquella misma zona rastreada de
forma esquilmada misteriosamente. Nadie supo jamás lo sucedido
allí... horas antes con matorrales de altura y horas después
misteriosamente podada...
Los incidentes continúan y tenemos extraños
sucesos en los pabellones. El más curioso sucedió cierta noche
cuando un cabo acompañado de un soldado daban una vuelta por
la base y observaron las luces de un pabellón de
entretenimiento encendida. El pabellón son dos pisos
independientes. Es decir que no se comunican y cuando sales
del primero subes una escaleras y te diriges al segundo donde
existen unos billares y otros accesorios de ocio. Para apagar
la luz del barracón debías atravesar la estancia completa,
apagar y volverte a oscuras. El soldado obedeció la orden de
ir a apagar aquella luz. Entre en el barracón y la pagó. Salió
y cuando se subió en el todoterreno la luz se volvió a
encender. El cabo se sorprendió y volvió a enviar al soldado a
apagar la luz que volvió a desconectar la luz del barracón.
Cerró la puerta no sin antes de todo haber inspeccionado el
lugar y haberse asegurado que en el lugar no había
absolutamente nadie. Tras haber apagado la luz volvió a cerrar
aquella puerta y montado en el auto para de nuevo ver como se
encendían las luces. Hasta en cuatro ocasiones apagaron la luz
del barracón, al cuarto intento la luz quedó apagada... pero a
la vuelta de nuevo parecía encendida. En el libro de visitas
no figuraba nada previsto para aquella noche en esa
instalación pero aquella luz desde siempre ha sido el enigma
de la base. ¿Quién acciona la luz? ¿Quién juega con el cuerpo
de guardia de la base? Este hecho es tan real como
irrefutable. Nadie supo ni sabe quién acciona y juega con esa
luz...
Las sorpresas de la Base Aérea de Morón de la
Frontera y de ese barracón prosiguen en nuevos relatos que nos
narran como en otras inspecciones al lugar han sido advertidos
de luces y sombras en esta instalación. Al visitar los
soldados de guardia la instalación han comprobado como las
luces estaban encendidas y las bolas de billar moviéndose como
acabadas de impulsar sobre el verde tapete de la mesa... pero
en el barracón no había nadie. Volvieron a apagar las luces y
guardadas las bolas de billar para comprobar minutos después
como las luces volvían a encenderse y las bolas de billar
seguían moviéndose como si la partida continuara jugándose
sobre el tapete del billar... Parece un relato de
misterio-terror pero es una realidad constatable.
Un extraño suceso ocurrió cerca de una torre
de vigilancia llamada "Kalahari" por su evocación a las
torres de los safaris. En estas inmediaciones informó un
soldado de vigilancia que sentía sonar un teléfono... En la
base no le concedieron mucha importancia pero la insistencia
del soldado hizo acudir a una patrulla de tres soldados y un
sargento que hacía aquella noche de oficial de guardia.
Estando allí el sonido del teléfono no se oía pero al cabo de
unos minutos todos sintieron el rinrineo del aparato. El
sargento dio orden de buscar el aparato incluso llegando a
mirar muy cerca de la valla de la instalación militar. No se
halló el teléfono pero se comenzó a pensar en enviar a una
patrulla al exterior para ver si lo hallaban pese a saber que
la autorización pasaba por un proceso muy burocrático y que
podía tardar varias horas en aceptar la misma. El sonido era
persistente y todos creyeron que podía tratarse del teléfono
de la torre. El sargento replicó que aquel teléfono ya no se
usaba, que no tenía línea y que incluso tenía los ¡hilos
cortados! Tras debatir quién subía se decidieron el sargento y
un soldado, llegaron arriba y comprobaron como efectivamente
el aparato se encontraba en la torre del "Kalahari" y
como no tenía línea. Llegando a descolgar el auricular y
comprobar que no emitía sonido. Pero la sorpresa surge como en
su presencia el teléfono – que tenía los hilos cortados –
vuelve a sonar quedando ambos estupefactos. Descolgaron el
auricular y sólo oyeron una risa nerviosa al otro lado... de
ninguna parte. Es otro suceso ocurrido en la Base Aérea de
Morón de carácter irrefutable.
Serían algunos de los sucesos ocurridos en
estas instalaciones militares, por supuesto que no faltan las
extrañas luminiscencias y otros fenómenos extraños. Es por
ello, que tras una larga investigación y seguimiento y
habiendo analizado la fenomenología que allí se está
produciendo – por lo que muchos afirman "allí pasan cosas
raras" – por lo que me encuentro en posición de afirmar
que en la Base Aérea de Morón de la Frontera, en la provincia
de Sevilla, se está dando una más que evidente fenomenología
paranormal vinculada al fenómeno de poltergeist.
Indudablemente la veracidad y credibilidad de los testigos es
innegable e indiscutible y la realidad de los fenómenos
descritos es fácilmente comprobable. Cierto es que los
investigadores de lo ufológico y lo paranormal nos hemos visto
más arrastrados hacía el enfoque OVNI en este caso, llevado
por las numerosas descripciones de avistamientos y
luces-formas extrañas en el cielo sevillano de la zona. Luces
que se han podido deber a vuelos secretos y experimentales, de
aviones espías y aviones invisible, cuyo registro de entrada
no consta pero que muchos soldados han visto aterrizar y
describen con espectacularidad por su apariencia. Aviones que
han podido confundir muchas visiones de testigos que se
dejaron arrastrar por el fenómeno OVNI que ellos identifican
con naves extraterrestres y nosotros como investigadores
objetivos vemos como Objetos Voladores No Identificados
atendiendo a la literalidad de su definición. Avistamientos en
su mayoría – ¡ojo! en su mayoría que no todos – debido a
experiencias militares... pero que no se niegue la veracidad
de esos incidentes y de esos sucesos que si bien – puede – se
debieron a vuelos secretos permitidos por el Gobierno y
silenciados por el mismo fueron vuelos que realmente
existieron y eso es tan cierto como la existencia de estos
mismos aviones. ¿A qué tanto secretismo si por estas tierras
todo se sabe?
Que no se nieguen los sucesos narrados
anteriormente ya que de ellos se tienen referencias y
narraciones, testimonios de sus protagonistas e incluso en el
primero de los casos un informe que muchos niegan y eso es tan
real como la propia vida de sus protagonistas. Señores, no se
dejen engañar, esos sucesos EXISTIERON.
Su naturaleza, ¿quién la dictamina ahora?
Pues evidentemente y analizando los testimonios, la certeza de
las claves, la perfecta ubicación de las zonas y la fácil
comprobación de todo ello donde se puede comprobar como
absolutamente todos los datos son inexcusablemente ciertos. La
fácil encuestación de testigos o soldados que cuenten lo que
han vivido en la base así como otras experiencias e incluso
testimonios de testigos civiles y grupos de investigación en
la zona, me encuentro – reitero – en posición de afirmar que
los sucesos ocurridos durante la última década en la base
aérea de Morón se deben a una evidente fenomenología
paranormal del tipo poltergeist (jamás evaluada hasta ahora ni
posibilidad contemplada) y que numerosos avistamientos OVNI en
la zona tienen una correspondencia evidente a vuelo de aviones
F117, espías, prototipos o similares autorizados en la zona
pero silenciados en los registros ocultando quién sabe que
oscuras intenciones.
A modo de especulación se dice que las
manifestaciones y visiones fantasmales en la base (extrañas
sombras, personas difusas, luminiscencias y otras alteraciones
de nuestro orden terrenal con el orden fantasmal) se deben a –
quizás – la muerte de un soldado tiempo atrás en la base. Esta
es una opinión que recojo pero que no afirmo (ya que aún no
está plenamente comprobada) y dejo constancia simplemente de
ella.
Los extraños sucesos siguen hoy repitiéndose
y aún son muchos los que se preguntan ¿qué motivos hay para
este tipo de manifestaciones paranormales en el interior de la
base? ¿Fenómenos paranormales o experiencias militares con
"conejillos de indias españoles"? ¿Sucedió algo en la
base que se ha corrido un tupido velo de silencio y que hoy
por medio de manifestaciones fantasmales está dejando o quiere
dejar constancia de aquel "olvidado suceso"? Juzguen
ustedes mismo pero en Morón pesa demasiado la impuesta losa
del silencio...
(1) Véase el artículo "Sucesos en Morón de
la Frontera" de José Manuel García Bautista. Boletín
"El Fuego del Dragón" Nº 34 – Junio de 2001.
Extravagancia histórica o exótico anecdotario
de cielos y tierra
Curiosidades, rarezas y eventos inexplicables
en los anales del pasado
(Primera parte)
Ignacio Darnaude
Rojas-Marcos
Sevilla – España
ignaciodarnaude@galeon.com
Región del Lacio, Italia, hacia 496 antes de
Cristo
"Luchando Tarquino el Soberbio,
rey de Roma, contra los habitantes del Lacio,
y siendo jefe de las fuerzas del monarca su yerno
Octavio Mamujo, para incitar a la lucha a los
romanos y darles la victoria, se aparecieron Cástor y Pólux
(Dióscuros o Géminos) en la batalla del lago Regilo, montados
en hermosos caballos blancos, y, una vez obtenido el triunfo,
los mismos Géminos llevaron la noticia a Roma, apareciéndose
junto al templo de Vesta, dejándose ver
abrevando a sus corceles en la fuente de Yuturna. Tal es la
narración literaria del acontecimiento, cuya fecha suele
ponerse por unos el año 490 y por otros los de 496 ó 499 antes
de Jesucristo" (18).
Ciudad de Tiro, año 332 antes de
Cristo
"Era el año 332 antes de la era cristiana, y
llevando ya siete meses Alejandro Magno en el asedio de Tiro –
escribe Quinto Curcio Rufo en "De rebus gestis Alexandrí
M.", libro 4º, capítulo 2º –, y viendo que su ejército
desfallecía, contó a sus soldados para darles ánimo, cómo
Hércules, dios protector de la fortaleza, se le
había aparecido en sueños, y dándole la mano, le llevó
consigo, y, abriéndole él mismo las puertas de
la ciudad, pudo entrar en ella fácilmente" (18).
Apariciones de los santos Dionisio y Severo
en Francia
"Los mismos franceses tienen como tradiciones
la aparición de San Dionisio, el
Areopagita, venido de Atenas a París para ser su
arzobispo, a los ejércitos de los reyes francos, de donde les
vino gritar en los combates: "Dieu et Saint Denis",
y la aparición de San Severo a los guerreros de Aquitania"
(18).
Zaragoza, 2 de enero del año 40
"Era la noche del uno al dos de Enero del año
40 de nuestra era, tercero del consulado de Cayo Calícula. A
las orillas del Ebro ora fervientemente el apóstol
Santiago, en compañía de los siete discípulos.
En medio del silencio de la oración y de las tinieblas de la
noche oscura, de pronto celestes resplandores rasgan la espesa
niebla que los envuelve. Voces angélicas entonan un cántico,
que piadosamente pensamos sería el "Magnificat" en
alabanza a la Madre de Dios, que desde Jerusalén
viene a visitar al Apóstol de España. La Virgen sonriente le
conforta en su ruda labor de apostolado, y le dirige palabras
tan consoladoras como éstas: "Santiago, hijo mío, éste es
el lugar que yo he elegido, y en el que quiere mi divino Hijo
que me dediques un templo, en el que bajo mi advocación sea su
santo nombre engrandecido. Mira también este Pilar; él quedará
aquí, y colocada sobre él mi imagen". Desde tan
feliz día reza España a la Virgen del Pilar y bendice la hora
en la que vino en carne mortal a Zaragoza" (16).
Santiago de Compostela, año 814
"Era el año 814; al salir por la noche de la
iglesia de San Félix de Solobio, los fieles reparaban con
extrañeza en el Burgo de los Tamariscos; grandes resplandores,
llamaradas ingentes unían el cielo y la tierra; rayos de luz
parecían desprenderse de las estrellas para ir a posarse sobre
aquel lugar del bosque.
- "¡Milagro, milagro!", exclamaron las
gentes, asustadas. Y el milagro siguió repitiéndose durante
varias noches. El obispo Teodomiro exhortó a la oración y al
ayuno para impetrar del cielo les diese a conocer la voluntad
del Todopoderoso. A los tres días de pública oración, seguido
de la muchedumbre, se dirigió al lugar del suceso milagroso;
un hombre escuálido se le acercó humildemente; en sus ojos se
notaba una alegría incontenible. Era Pelayo, el anacoreta. Con
voz entrecortada por la emoción, que le hacía verter lágrimas
de satisfacción, comunicó al Prelado la grata nueva:
- "A la cueva de este pobre pecador se han
acercado ángeles del cielo y me han dicho: "Muy cerca de
aquí, en el lugar iluminado por celestes luces, se
halla enterrado el cuerpo del Apóstol Santiago"".
La emoción de todos fue inefable. El obispo
mandó talar el lugar descrito por el anacoreta y señalado por
los resplandores en medio del bosque, en aquel hermoso valle
que desciende desde Padrón hasta la ciudad de Iría. Allí se
encontró, hundida y recubierta por matorrales, una pequeña
ermita, dentro de la cual estaba el sepulcro del Apóstol con
el de sus discípulos Teodoro y Atanasio recubierto de mosaico
de mármol blanco.
El obispo comunicó inmediatamente tan fausto
suceso al rey Alfonso II de Asturias, quien vino en
peregrinación y mandó edificar sobre aquella humilde tumba una
iglesia dedicada al Apóstol de la Iglesia española, y le
declaró Patrón de España. En torno al santuario se formó un
pueblo que recibió el nombre de Compostela, "de campus
stellae", campo de la estrella" (16).
Monte Laturce, Clavijo (Logroño) 22 de Mayo
del 844
"El rey Ramiro I de Asturias (hijo de
Bernardo el Diácono y padre de Alfonso III) siguió soñando...
pero no ya en la derrota de su lucha contra las milicias
agarenas del emir cordobés Abderramán II, que le
venía atormentando en terribles oleadas imaginativas, sino en
la imagen peregrina del peregrino Apóstol Santiago que le
recreaba con el dorado pensamiento del triunfo de la
acariciada victoria.
Del cielo descendían rayos de dulce
esperanza, que iban derechos a posarse sobre el antes agitado
pensamiento del monarca. Luego un rayo más potente y
deslumbrante llegó hasta él, y en aquella película de ensueño
vio estupefacto al Hijo del Trueno, no con
atuendo de peregrino predicador del Evangelio, sino en figura
de esbelto jinete de espuelas de plata y estribos de nubes
sobre blanco corcel, que piafaba ardoroso en rauda carrera sin
tocar el suelo, porque posaba sus brillantes cascos sobre los
turbantes mahometanos. Este celestial Caballero tremolaba en
su izquierda airosa bandera, blanca como la nieve sin mácula
de las montañas, en cuyo fondo resaltaba la imagen bendita de
la Cruz bermeja, mientras con su diestra poderosa blandía
fulgurante espada flamígera, que en tajos siempre certeros
tronchaba cabezas enemigas.
Así soñaba y creía ver el rey Ramiro, cuando
un ruido de herraduras titilantes de caballo que galopa y
frena en seco junto a su tienda le despierta sobresaltado, al
mismo tiempo que una mano cariñosa le estrecha la diestra en
señal de sincera amistad.
Ya no es sueño; es pura realidad. Ahora ya no
duerme, sino que, despierto, ve al Apóstol Santiago con la
misma indumentaria con que le viera en sueños. No sólo ve al
Santo Patrono de España, sino que éste le choca
la mano, y le habla estas consoladoras palabras: "Rey Don
Ramiro, esfuérzate en tu corazón y sé bien firme y fuerte en
tus hechos, pues yo soy Santiago Apóstol de Jesucristo, y
vengo a ti por ayudarte contra tus enemigos, y sepas por
verdad que tú vencerás en la mañana, con la ayuda de Dios, a
todos estos moros que te tienen cercado, y dígote que morirán
muchos de los tuyos, a los cuales está la gloria del paraíso
aparejada. Y porque no dudes de nada de lo que te digo, me has
de ver en la batalla en un caballo blanco con una enseña
blanca y grande, y grande espada reluciente en mi mano. Y vos
luego de mañana confesareis todos vuestros pecados y
recibiréis el cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo, y hecho esto
no dudes de ir contra la hueste de los moros llamando a "Dios,
ayuda a Santiago", que ciertamente sepas que todos los
vencerás y matarás a espada". Y el Caballero celeste
volvió airoso a cabalgar sobre su caballo blanco que,
internándose en las nubes, desapareció" (16).
Campo de la Matanza, Cl Avijo (Logroño), 23
de mayo del 844
"Los cristianos, confortados con las promesas
del Apóstol la noche anterior a Ramiro I, y enardecidos con la
vibrante arenga pregnante de hondas convicciones del piadoso
monarca, se aprestan al combate contra los sarracenos del
califa de Córdoba, descendiendo rápido por las
laderas del monte Laturce hacia el llano, repitiendo los
gritos nunca oídos: "¡Santiago y cierra España!" Y
luego que fue día claro, dieron los cristianos la batalla, y
fueron contra los moros, tan de recio que era maravilla.
Y entonces, cuando pareciera más patente la
necesidad de la intervención divina, se abrieron los cielos,
rasgáronse las nubes de las montañas clavijeñas, iluminadas
por celestes resplandores, y descendió Santiago de la altura
sobre níveo corcel, blandiendo refulgente espada que eclipsa
con su brillo la luz solar. En la mano izquierda brillan
bridas de oro y la bandera blanca con la Cruz bermeja en forma
de espada, a la que en adelante llamaremos "Cruz de
Santiago".
Y Santiago, matando moros, sigue viéndose por
moros y cristianos sobre su raudo corcel, que materialmente
aplasta bajo sus cascos las cabezas enemigas. El campo va
quedando cubierto de cadáveres musulmanes, por lo que desde
esta fecha se le habrá de llamar el "Campo de la Matanza del
Moro". El árabe, perdida toda confianza, emprende la huída
general por su ala izquierda hacia Ribafrecha" (16).
Santiago de Compostela, 25 de julio de
1064
"Es precisamente en el "Cronicón Silense"
(que se supone escrito hacia 1115 por un monje de Silos, acaso
un mozárabe), donde la imagen literaria del divino jinete
aparece ya con sus características esenciales, al referirnos
que cuando el rey emperador Fernando I sitiaba a la ciudad de
Coimbra, llegó en peregrinación a Compostela, un monje griego.
El devoto peregrino oraba día y noche, en el pórtico de la
iglesia, y oía cómo los fieles rogaban insistentemente al
Apóstol, para que, como buen soldado, favoreciese las armas
del rey Fernando. El monje, que era sin duda un bizantino
culto, buen conocedor del Nuevo Testamento, se burlaba en su
interior de este carácter militar atribuido al pescador de
Galilea, que sin duda no había tenido nunca en sus manos una
espada ni montado en un caballo. Pero una noche, Santiago se
le apareció con el rostro alegre, y le dijo: "Ayer te
burlabas de los que me imploraban apellidándome buen soldado,
sin persuadirte de ello".
Al punto apareció un gran caballo blanco,
cuya claridad iluminó la iglesia, y cabalgando en él el
Apóstol dijo al escéptico griego: "Con estas llaves – las
que llevaba en la mano – tengo que entregar al rey Fernando la
ciudad de Coimbra, a la hora tercia". Se supo luego que en
aquellos días y hora (según López Ferreiro, 25
de Julio de 1064) entró el rey emperador en la ciudad de
Coimbra" (17).
Otras apariciones del Apóstol Santiago en
España
"Es el espíritu de Santiago,
siempre junto al patrocinio de María, el que acompaña
a la Cruzada de ocho siglos contra la herejía musulmana. Su
sepulcro está aún en la oscuridad del olvido (será descubierto
el año 814) de los hombres; pero él les anima a la defensa de
la fe, que sembró en nuestra Península con tanto esfuerzo; que
logró fuera la única de España triunfando sobre el arrianismo
con su Aparición a Recaredo, y que volverá a ser la única,
venciendo al Islam con nuevas Apariciones, desde Pelayo hasta
los Reyes Católicos, pasando por la más notable
de todas a don Ramiro I en Clavijo. Y es que "Dios puso bajo
su tutela y protección a todos los españoles" (16).
"...las Apariciones de Santiago en
Simancas, Piedrahíta, Coimbra,
Ciudad Rodrigo y muchas más, y en sus mismos días puede
recordar la Aparición de Santiago al rey Don Alfonso VII en el
sitio de Baeza" (18).
Alarcos (Ciudad Real), Año 1195
"La religión no sólo empezaba a desempeñar un
papel primordial en al–Andalus, sino también en
los reinos cristianos. En el 813 se descubre la tumba de
Santiago en Galicia, y a partir de este momento la creencia de
poseer los restos de un Apóstol va a ir desarrollando la
sensibilidad espiritual de los cristianos. Con el transcurso
del tiempo la creencia en Santiago, protector de
los cristianos peninsulares, fue ocupando más y más el alma de
sus fieles; de ella tomaron éstos fuerzas para hacer frente al
avasallador empuje musulmán, falto ya de prodigios y de
intervenciones sobrenaturales en que creer, a diferencia de lo
que había pasado bajo los primeros califas. Siglos más tarde
las crónicas árabes vuelven a registrar hechos de factura
sobrehumana (vg., la aparición de un ángel al
sultán almohade Abu Yuçuf Yacub Almansur antes de la batalla
de Alarcos en 1195, en la que resultó derrotado
el rey castellano Alfonso VIII), tendentes a demostrar el
apoyo que Dios presta a su causa, pero todos ellos podrán
considerarse como un producto del influjo cristiano" (8).
Manresa (Barcelona), 21 de febrero de
1345
"El XIV fue para los manresanos un siglo de
sequías y hambre. La única solución para remediar este estado
de cosas era la construcción de un canal, que partiendo del
río Llobregat llevara las aguas hasta Manresa y su zona.
Contando con la autorización del monarca Pedro III de
Cataluña, se iniciaron las oportunas obras. Sin embargo, y
debido a que el trazado del canal atravesaba tierras propiedad
del obispo de Vich, éste ordenó la inmediata
suspensión de los trabajos, y excomulgó a los
consellers que habían deliberado, a los que
intervinieron en la construcción del primer tramo y a todos
los habitantes de Manresa.
Así pasaron siete años hasta que en Febrero
de 1345 los manresanos decidieron continuar las obras del
canal. Los consellers enviaron peticiones al monarca,
al obispo de Vich y a importantes personajes, a fin de que se
permitiera la reanudación de la vía de agua.
El día 21 de Febrero de aquel año, y cuando
aún no se había recibido respuesta afirmativa a la solicitud,
se produjo la maravilla. Según consta en dos lápidas adosadas
a las paredes laterales de la capilla de la Santísima
Trinidad, en la iglesia parroquial de la Madre de Dios del
Carmen de Manresa, el suceso fue como sigue:
"La Divinidad Una y Trina fue mostrada
magníficamente en el pueblo de Manresa el 21 de Febrero,
cuando una luz procedente de la montaña de Montserrat,
ofuscando la claridad del sol, penetró en esta iglesia
brillando como una sola luz en la piedra angular (clave) del
templo, en la capilla que por aviso celestial estaba dedicada
a la augustísima Trinidad, y al mismo tiempo en la otra
capilla de San Salvador, siempre con igual magnitud y
resplandor, por primera, segunda y tercera vez, repetidas
alternativamente y brillando ya como una sola luz, ya como una
trina conjuntamente.
La campana, muda durante siete años, empezó a
repicar por sí sola. Todo el pueblo, guiado por la luz, a la
hora de la tercia, sube al Puig del Carmen, ve, se
admira y se alegra, y con los cánticos de la orden de los
Padres Carmelitas..." Es decir, que la misteriosa luz penetró
por un ventanal de la iglesia, ascendió hasta la bóveda, se
partió en tres por tres veces, se refundió en una única
luz, y salió por el rosetón de la
iglesia hasta colocarse encima del Monte del Carmen. No se
habla de cómo ni cuándo desapareció. Enterado el obispo de
Vich de esta maravilla, suspendió la excomunión que pesaba
sobre los manresanos" (9).
Jaén, sábado 10 de junio de 1430
Pasadas las 11 de la noche, una
multitudinaria procesión se materializó de repente en este
paraje urbano, para recorrer pausadamente las desiertas calles
de la villa andaluza. Encabezaban el extraño desfile unos
cuantos jóvenes portadores de cruces procesionales, seguidos
por dos filas de clérigos ocupados en recitar preces en una
lengua desconocida para los jiennenses. Más atrás avanzaba una
esplendente y majestuosa señora regiamente ataviada. Su
rostro, al igual que el del niño que acogía en su regazo,
despedía una potentísima claridad, que iluminó a su paso las
casas y tejados como a pleno día. A continuación marchaban más
de trescientos hombres y mujeres vestidos asimismo con ropajes
blancos. Finalmente un centenar de "soldados" entrechocaban
sus lanzas unos con otros, provocando un estruendo
ensordecedor, reforzado por un hato de canes cuyos ladridos
resonaban por toda la ciudad. Al filo de la medianoche el
paranormal cortejo abarrotó un altozano sito en la trasera de
la iglesia de San Ildefonso, donde se divisaba un
resplandeciente altar exornado con lujosas vestiduras
litúrgicas.
La muchedumbre tomó asiento alrededor de la
gran dama y su infante, al tiempo que entonaba cánticos de
sobrenaturales acordes. Poco antes del toque de maitines la
"dueña" (así la denominaron los testigos), el pequeño y
su interminable séquito desaparecieron para siempre sin dejar
el menor rastro. Desde entonces se rinde culto en Jaén a la
advocación del Descenso de la Virgen de la Capilla
(15).
Sevilla, año de 1464
"Un fenómeno maravilloso y nunca visto. Sin
que hubiera viento ni huracán, algunos árboles de la huerta
del Alcázar fueron arrebatados hacia arriba y sacados de raíz,
arrojados por encima de la muralla, afuera. Una torre del
Alcázar se vio cortada como con un cuchillo. Una estatua del
rey Don Pedro, de piedra, con diadema de metal, que
estaba en los jardines sobre un pedestal, desapareció y nunca
volvió a ser encontrada.
Numerosos arcos del acueducto al que dicen
los Arcos de Carmona cayeron por tierra, sin que su
hundimiento súbito produjera ningún ruido. Esto ocurrió al
mediodía, a la hora en que salía la gente de la misa de la
Catedral, y personas religiosas y autorizadas por la
edad, y niños inocentes, afirman haber visto por los aires
hombres armados" (6).
La otra "Batalla de Clavijo" en Cuzco
(Perú)
"Foja 403. El Señor Santiago el Mayor de
Galicia, Apóstol en Jesucristo, en esta hora que estaban
acercados los cristianos, hizo otro milagro Dios muy
grande, en la ciudad del Cuzco. Dicen que lo vieron a vista de
ojos que abajó el Señor Santiago. Con un trueno muy grande
como rayo cayó del cielo a la fortaleza del Inca llamado
Sacsaguamán, que es pucara (fortaleza) del Inca, arriba
de San Cristóbal.
Y como cayó en tierra se espantaron los
indios y dijeron que había caído, yllapa trueno y rayo del
cielo, caccha de los cristianos, a favor de cristianos. Y así
abajó el Señor Santiago a defender a los cristianos. Dicen que
vino encima de un caballo blanco, que traía el dicho caballo
pluma suri y mucho cascabel enjaezado, y el Santo todo armado
con su rodela y su bandera y su manta colorada y su espada
desnuda, y que venía con gran destrucción, y muertos muy
muchos indios, y desbarató todo el cerco de los indios
a los cristianos que había ordenado Manco Inca.
Y que llevaba el Santo mucho ruido y de ello
se espantaron los indios. De esto echó a huir Manco Inca,
y los demás capitanes e indios se fueron, y se
fueron al pueblo de Tambo con sus capitanes y demás indios,
los que pudieron. Y desde entonces los indios al rayo le
llaman y le dicen Santiago, porque el Santo cayó en tierra
como rayo, yllapa, Santiago. Como los cristianos daban voces
diciendo Santiago, y así lo oyeron los indios infieles, y lo
vieron al Santo caer en tierra como rayo, y así los indios son
testigos de vista del Señor Santiago. Y se debe guardarse esta
dicha fiesta del Señor Santiago en este reino, como Pascua
porque del milagro de Dios y del señor Santiago se ganó"
(7).
(Ver, en este mismo estudio, otro episodio
jacobeo titulado "Brunete (Madrid), hacia Julio de
1937")
Sevilla, 2 de mayo de 1693
"Testimonio: Pedro Erinel, vecino de Sevilla,
dijo: que estando en casa de D. Suf. de María Frío, oyó, dos
noches consecutivas, un ruido grandísimo en un jardín de la
sala de la casa, tanto que parecía perderse en el mismo
tiempo, y ruido que también oyó Francisco Jerez... aunque
fuera duende, cosa de la otra vida o del infierno, con
cualquiera hablaría... en Dios y su Santa Madre y con la Santa
Cruz que conmigo tenía con otras santas reliquias, y allí subí
solo a la azotea y lo vi... y la segunda noche, bajándome de
la azotea a la cocina, senteme solo en ella, y me puse al azar
un cuenco de agua, y pareció que me vendaban la vista y
oprimían, y me apretó tanto que me llenó de miedo, y lanzando
un grito salí de la cocina llamando a los corazones de Jesús y
María, y a Josefina.
Esa misma noche oí desde mi cama varias
voces, y golpes muy parecidos a la cabada del patio. Y otra
noche sentí, afuera de la sala, (ruidos) muy parecidos a los
de las tres noches siguientes, y golpes en la puerta. Don
Domingo Aldana Criado me dijo que lo había también oído, con
algunos golpes, el sábado 2 de Mayo de 1693, a las 9,30
de la noche, estando ya acostado, sin que dejara caer la
cabeza en la almohada, "oí en la puerta unos golpes muy
recios, estando yo solo, y sentí un viento muy fuerte, como un
huracán desesperado, y entonces me senté en la cama, y vi a
una mujer vestida con un hábito negro, que se traslucía otra
cosa blanca que había detrás de la cabeza, con puntos sobre la
frente, la cara redonda, y muy triste y afligida, que
se paseaba por la sala, y llegando cerca de los pies de mi
cama, y estando cara a cara conmigo, la vi clara y distinta
con la luz que tenía detrás de su velo de cristal, y le dije:
"Si vienes de parte de Dios, dime qué quieres". Y entonces me
respondió con viva voz recia: "Dile a Suf. que soy la
madre, que me mande decir cincuenta misas, que es lo
que sólo me falta para llegar a la gloria eterna. Si no haces
esta diligencia podría ser..." Y le manda a decir: "Las dos
viviréis muy poco".
Y se desapareció haciendo un poco de ruido en
la sala. Y le dije a ella y a Don Domingo Aldana: "Mamá, tengo
que ir a confesarme por lo de aquel ruido, es que la madre de
Suf. ha estado aquí y viene a que se le digan misas, que sólo
ésas le faltan para ir hacia arriba, y que le manden a decir a
Suf. que vivirá muy poco, que yo cumplo con decirlo".
El domingo 3 de Mayo fui a casa con mi pena y
vi la rueda en el suelo, muy hondo, e igual me dijo que la
primera noche, porque se veía más claro, con la tierra, en la
cosa redonda el color era distinto, con el que van las hadas,
y más claridad pero mejor que la noche ascendente. Las otras
se quedaron quietas y mirándome. Y yo, José de Aldana
Criado, digo que es verdad, que todo lo que aquí se
dice es cierto, me anotó como el Padre, y me dijo ser así como
lo decía, y por verdad lo firma en mi carta. Me llamo
Francisco José Aldana Tirador" (En el original consta su
nombre y firma).
Segundo testimonio
"Fray D. Pérez digo: Que recién paro en la
casa de D. José Aldana. La noche del sábado 3 de Mayo, al
tiempo de acostarme y en la gran sala, oí un gran ruido, y
como a la mañana no encontré pisadas. Al oír aquel ruido salí
al comedor, y me acechó con sus dos Padres, y en ese tiempo
paró el ruido, y vi, del comedor a la puerta de la sala en la
que yo dormía, la luz del día, una mujer, al mirarla sólo de
la cintura para arriba, en pie el ángel de la vida, con su
toca blanca grande de cristal, sin manto, la cara más redonda
que larga, con las manos como en dos fundas, la cual dijo que
vigilara...
Estándole mirando despacio más tiempo me
pareció ilusión, tres fantasmas. Fui a acostarme y después de
estar desnudo no quise acostarme sin primero examinar lo que
era, y salí en calzones blancos sudando. Era una hora en la
que aquel día había salido la de casa, y admirado, sin miedo,
no vi mujer alguna en ella. Por la gracia tomé una luz y un
espadín de Padre y fui al balcón, y no hallé cosa alguna. Como
sería a eso de las 10 a las 11 de la noche volvime a
acostarme, y no vi más. La noche del día primero de Mayo, al
tiempo de irme a acostar, no habiendo persona alguna en la
puerta de la sala, ni podía haberla sin que yo la hubiere
visto entrar, oí un golpe en la puerta misma, tan grande que
me he desmayado, y no vi más. Todo por verdad lo juro a Dios.
Y para que ello conste confirmo mi nombre. Sevilla, en 12 de
Mayo de 1693 (Luce una firma ilegible)" (5).
Monte Alaiz, Monreal, Navarra, 9 de octubre
de 1730
"Del reino de Navarra escribe don Carlos
Arslegui, cura de Equisoayn, que le observó camino de Monreal,
en el monte de Alaiz de dicha villa, con otros amigos y
algunos pastores, a los cuales a las dos horas después de la
prima noche del día nueve de Octubre de este año, los asustó
una claridad cuasi igual a la del sol, con cuya peregrina luz
registraban con toda distinción los montes, heredades y
pueblos circunvecinos.
Dos horas aseguran estos verdaderos
observadores que fue la duración de la luz; y al fin de ellas
descubrieron un nubarrón o globo monstruoso de fuego hacia la
parte del Oriente, y éste duró una hora, exhalándose la mayor
parte de sus humos al sitio de Poniente.
En el mismo lugar donde se formó el
promontorio de fuego, aparecieron tres columnas grandes del
mismo color y encendimiento que el globo. La columna del medio
se desvaneció en el espacio de media hora, y las otras duraron
hasta las cuatro y media de la mañana, que salió la luna. De
Andalucía me enviaron dibujadas estas mismas figuras, que
observó otro curioso a las mismas horas que hemos dicho se
apareció en Navarra. Algunas otras personas de verdad me han
asegurado haber visto en otras noches varias visiones de fuego
en la región del aire. Yo sólo diré a vuesa merced lo que he
visto y lo que siento de esta nueva y fatal aparición"
(2). |